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Per, Elecciones de Bicentenario: Entre la Esperanza y la Impunidad

por MSc. Ing. Ruth Alarcón Guzmán

Mientras se hace el conteo, de los últimos votos, de las elecciones para elegir Presidente de
República en Bicentenario, los peruanos somos testigos de un hecho histórico; por primera vez, después de 200 años de “independencia” se avizora la posibilidad de tener como Primer Mandatario de la Nación a un “Peruano descalzo”, un hombre humilde del Perú profundo, aquel cuyas características personales calzan en todos los estigmas de discriminación, a decir del escritor José María Arguedas aquel que genera en el opresor “el tradicional menosprecio e ignorancia de lo que es un indio”. Es el candidato, que a pulso y fortaleza, se ha atrevido a dar el primer gran paso, para una independencia real y liberar a nuestra patria de las taras y privilegios, de una casta dominante; para conquistar el sueño de millones de peruanos “No más pobres en un país rico”.

Hoy nuestra red cumple con otro anhelo, unos de los tantos que nos proponemos para superar las desigualdades e inequidades y todo tipo de injusticias que vivimos como mujeres, niñas, niños, migrantes y disidencias. El nuevo desafío que se plantea nuestra red es la creación de un servicio plasmado en una revista digital que llegue a un mayor público, a quienes buscan contenidos editoriales, artículos, entrevistas, relatos, escritos por quienes formamos parte de este tejido, así́ como de opiniones brindadas por especialistas en temas de género y propuestas para el debate de los temas que nos afectan en nuestras realidades que si bien son diferentes, también son similares en tanto vivimos las mismas formas de violencias en todos nuestros países con diferentes expresiones.

En medio de la pandemia de un país fracturado en dos culturas (andina, occidental), que cobra 180,000 fallecidos y desnuda la precariedad de un sistema político, económico y moral con una desigualdad descomunal, racismo y miseria social; los peruanos afrontamos horas de mucha zozobra y angustia, traumáticos, dramáticos y trascendentales, pues el destino del Perú se debate entre la esperanza y la impunidad.

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La esperanza, representada por el candidato Pedro Castillo, provinciano, hijo de familia humilde de agricultores campesinos de la sierra norte del Perú, de izquierda, creyente, profesor de primaria en zona rural. Desde niño sabe cómo es vivir en un pueblo sin luz eléctrica ni agua potable, para ir a la escuela primaria, tenía que desplazarse a pie 2 horas de ida y 2 horas de regreso, antes de su secundaria trabajó dos años, para costear su educación.

Él es rondero, defendió su pueblo contra Sendero Luminoso. En el año 2017 demostró sus
capacidades de liderazgo y convocatoria, encabezó la huelga indefinida del sindicato de
profesores a nivel nacional y conquistó reivindicaciones.

La figura política de Castillo, obtuvo notoriedad el 11 de abril último, cuando obtuvo el primer puesto en las elecciones generales. Su propuesta es similar con la de Evo Morales expresidente de Bolivia, su discurso de izquierda se mezcla con su identidad étnica. De ser elegido, sería la primera vez en que el Perú, por voto popular, elije a un presidente de origen indígena, de izquierda, con agenda de transformación para cambiar el rumbo de su historia, sin violencia y asestar un duro golpe definitivo, al fujimorismo.

Keiko Fujimori, representa la impunidad, heredera política y Primera Dama del dictador
Alberto Fujimori (1990-2000) con su gobierno, destruyó las instituciones, corrompió las
Fuerzas Armadas, desapareció el Poder Judicial, se burló del Tribunal Constitucional, destruyo la Contraloría, se realizaron esterilizaciones forzadas, despidos masivos de trabajadores, remate de empresas del estado, persecución política. A la fecha cumple condena de veinticinco años de prisión por su responsabilidad en los delitos de asesinato con alevosía, secuestro agravado y lesiones graves, tras ser hallado culpable intelectual de las matanzas de Barrios Altos, en 1991, y La Cantuta, en 1992, cometidas por un escuadrón del ejército conocido como el grupo Colina, así como del secuestro de un empresario y de un periodista.
Keiko Fujimori, durante los últimos treinta años se ha mantenido en el poder a través de su
partido, en el Congreso de la República, en Poder Judicial y demás entidades; a la fecha tiene un proceso en el Poder Judicial, la Fiscalía la ha acusado como lideresa de una organización criminal y por delitos graves como lavado de activos, obstrucción a la justicia. Y ha solicitado una pena de 30 años con seis meses, su elección postergaría por 5 años ésta potencial condena y con el poder en manos organizaría su estrategia para liberarse de ella.

La Campaña y la votación

La campaña electoral de Pedro Castillo no existiría, sino hubiera financiamiento del estado y la existencia de las redes sociales, el internet, las calles y plazas. Frente al aparataje de su contendora, su campaña es samaritana, los personajes que avalaron públicamente al candidato fueron, el expresidente de Uruguay José Mujica y de Bolivia Evo Morales, así como científicos peruanos ubicados en las mejores entidades del mundo, liderados por Modesto Montoya.

Keiko Fujimori como fiel representante del poder fáctico, defiende sus intereses, privilegios, statu quo y el estilo parasitario de hacer empresa a costa del estado, recibió todo el apoyo sistemático de los grandes poderes y de los dueños de la prensa monopólica. Con recursos millonarios diseñaron una campaña de demolición descomunal del adversario, con hedor de pandemia, exacerbando dos fibras sensibles de la población peruana, el primero e intransable es el ser provinciano de su contendor, que conlleva discriminación racial, étnica, lingüística y territorial y el segundo, instalado en la memoria colectiva de la población el miedo al terrorismo de Sendero Luminoso, a la dictadura y pobreza de Venezuela, a la expropiación de propiedades privadas, al terrorismo económico con alza de precios y elevación del dólar.

Para ello utilizaron todos los medios de comunicación posible, más del 80% de la prensa escrita, toda la televisión abierta excepto el canal de estado, redes sociales, panfletos, regalos, camisetas, carteles luminosos millonarios, selección de fútbol, farándula y artistas de televisión e influencer; ha tenido a su favor a Mario Vargas Llosa e hijo, de igual manera ha llegado a Lima Leopoldo López líder opositor venezolano, para “ilustrar” al electorado peruano y descalificar al contendor.

Los contenidos de la campaña, hicieron desaparecer la imagen de Keiko Fujimori “la procesada judicial” y le pusieron un ropaje de “Salvadora del Perú y la democracia” para ello se apropió de la camiseta de la selección peruana de fútbol y desapareció su camiseta naranja. Minimizó la figura del contendiente con descalificación étnica, lingüística y de instrucción; la desinformación y satanización hicieron de él, el ser ignorante, el terruco, el apestado; utilizando todo lo que fuera posible, como el último atentado terrorista y psicosociales matonesco al mismo estilo de los Fujimori de los años 90.

En la votación según información de Wayka medio digital, “Un gran grupo de adultos mayores asistió a votar a pesar de ser vulnerable por la pandemia, incluso una adulta mayor asistió a votar con su balón de oxígeno lo que sumó críticas a la campaña que los llamó a votar, - los abuelitos vamos a votar y a nuestros nietos vamos a salvar chin chin- en algunos lugares aparecieron carteles - tu; adulto mayor conoces la historia, acude a votar por el Perú- que llamaban a los adultos mayores a salvar el país como ejemplo de civismo. Otro grupo de ancianos declaró, tenemos que votar por Keiko sino nos botan del asilo. Latina compartió videos de adultos mayores llamando a salvar el país ¿fueron parte de la estrategia?”

 

Con debate de contienda caracterizada por la intolerancia y la ignorancia, la población Limeña 30 % del Perú, la supuestamente más ilustrada e instruida y la que “habla bien el castellano” fue vulnerable y sucumbió a esta campaña de demolición, se hizo del miedo y no le perdonó a Pedro Castillo el ser provinciano con rasgos distintos al Perú oficial, Lima hipotecó su dignidad a la impunidad disfrazándola cínicamente “Con el amor a la patria y a la democracia”. Mientras que la población de las zonas andinas, las marginadas, las “ignorantes, no ilustradas que no saben ni hablar el castellano” que viven el día a día, sin servicio de salud, educación, que se enfrenta al friaje, a la contaminación de sus ríos por relaves, minas, oleoductos, gasoductos, o por miles de camiones que transportan mineral
delante de sus casa de sus chacras, ha demostrado grandeza ante el temor, conciencia cívica y ha defendido la dignidad nacional apostando por el profesor Castillo.

Mujer y elecciones

La incursión de Keiko Fujimori en la política es el peor antecedente y la prueba contundente para afirmar, que no basta ser mujer, para garantizar la defensa de la democracia, menos para representar y defender los derechos de los sectores más vulnerables.

Haciendo historia, el primer comicio que reconoció el derecho de sufragio femenino y el acceso a cargos de elección popular, se llevó a cabo en el año 1956. En este año, se presentaron 29 candidatas mujeres al Congreso bicameral, ocho (8) lograron un escaño en la cámara de diputados y una (1) llegó al Senado. Después de 66 años de participación femenina, el 11 de abril último, cincuentaidos (52) candidatas de ciento treinta (130) Representantes del Parlamento, fueron elegidas para el periodo legislativo 2021-2026 cifra histórica de participación femenina en un 40% del total del Parlamento, cantidad muy superior a la actual participación del 26%. Este resultado se explica en la aplicación, por primera vez, de la Ley 31030 que exige la paridad y alternancia de género en las candidaturas electorales, esto quiere decir que el 50% del total de candidatos de las listas electorales, deben ser mujeres, en orden de prioridad en la lista, intercalada con los hombres. En las últimas elecciones de Gobernadores Regionales de veinticinco (25) elegidos, ninguna mujer fue electa. En la elección para 196 municipalidades provinciales 1,678 municipalidades distritales 2,740 municipalidades de centros poblados, solo el 2% de alcaldías a nivel nacional, están a cargo de una mujer. Pedro Castillo, lleva como Vicepresidenta a Dina Boluarte otra PROVINCIANA, de izquierda, abogada de profesión, hija de familia apurimeña de 14 hijos, dirigente de organizaciones regionales, de ser elegida esperamos su buen desempeño.

La marginación y la violencia contra las mujeres en el Perú, es una constante, en pandemia la
violencia machista aumento en 130%, hubo más de 7000 denuncias por violencia sexual.

El plano político no se escapa de ello, y la violencia y discriminación se incrementa cuando hay rasgos étnicos y se proviene de provincia; la lucha es dura y permanente por conseguir igualdad, por desaparecer estigmas sociales y culturales, por fortalecer capacidades femeninas en liderazgo.

Disponer de espacio y tiempo para la participación en política, es un acto heroico; poner en valor la labor de cuidado de los hijos y el compartir las tareas domésticas, son un sueño al que aspiramos alcanzar.

Hay Mujeres Peruanas, muchísimo por hacer...

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